Íntero-interiores (1990 -)

Señoriales o modestos, amplios o reducidos, privados o públicos.

Los interiores de los edificios reflejan la personalidad de quienes los construyeron pero también producen efectos sobre los que los transitan.

Las pequeñas particularidades de iglesias, fábricas, hoteles o viviendas a menudo llevan a cerrar los ojos y escuchar los fantasmas.

Fotografiarlos es más difícil.

Santiago Echaniz

Alter naturae (Otra naturaleza)

«Alter naturae»  o “Sobre los múltiples e inciertos destinos que signan la vida de los animales” es un trabajo realizado en coautoría.

Nacen, crecen, se reproducen y mueren. En muchos casos lo logran y así resulta.

Pero en otros, los atropellamos, los cazamos, los exhibimos indignamente como trofeos y adornos suspendiendo su muerte en el tiempo, o los comemos torciendo su destino de polvo.

                                                                                            Alicia y Santiago

“Ningún animal será sometido a malos tratos y se establece la prohibición de actos crueles sobre los animales”. Art.3º, inc. a.

“Un animal muerto debe ser tratado con respeto”. Art.11º inc. d.

(De la declaración Internacional de los Derechos de los Animales)

 

 

 

 

De pueblos tristes (en coautoría)

¿Qué somos, sino pasajeros de nuestro propio destino, viajando en el tiempo mientras las cosas pasan, los pueblos pasan  y mueren tras nosotros?

Alicia Vignatti

 

Naicó, Perú y Hucal fueron pequeños pueblos situados a la vera del ferrocarril que unió Toay con Bahía Blanca, para acercar al puerto los productos de la región.

Durante décadas sus habitantes vivieron de actividades relacionadas con la explotación de los cercanos montes de caldén, como madera noble para muebles y parquets o como vulgar leña para alimentar la voracidad de las locomotoras cuando escaseó el carbón mineral a causa de las guerras mundiales.

Luego de haber devorado su principal recurso, Naicó, Perú y Hucal son parajes abandonados, con  sólidas estaciones inútiles y unas pocas frágiles casas que el salitre disuelve lentamente.

De los sonidos del tren, de las mujeres en sus quehaceres y de los chicos en las hamacas del parque; del paso de carros y caballos de hacheros y automóviles de comerciantes; nada queda.

Sólo algunos vestigios en los interiores de casas que, viento a viento, caen y se pierden, cumpliendo el inexorable destino que marca la caducidad de las cosas.

Santiago Echaniz

 

Postales de algún lugar (1995 – )

Dueño de mil defectos letales, el ser humano tiene algunas virtudes que, a veces, lo hacen brillar.

Entre ellas están su obcecación y su curiosidad, que siempre lo han llevado a conocer y tratar de habitar universos lejanos e ignotos.

En ellos construye las estructuras que necesita para habitar, trabajar o divertirse. Y cuando se va (o las circunstancias lo obligan a irse), quedan como testimonios de una de sus mayores grandezas.